En el mundo de las pociones, las pócimas de amor son con diferencia las más utilizadas. Los
problemas sentimentales o sexuales son los que más perturban la tranquilidad y bienestar de las
personas por lo que se suele recurrir a cualquiera de las variantes que ofrecen las pociones de
este tipo.
Uno de los usos que se suele dar a las pócimas de amor es para potenciar el
resultado de
hechizos de amor,
al no existir pociones específicas para obtener el resultado exacto deseado. Hay pócimas que al
beberlas atraen las energías positivas, requisito indispensable para que un hechizo se lleve a cabo
con éxito. De esta forma los resultados serán mucho más efectivos y evidentes.
Sin embargo las pócimas de amor también se pueden tomar para obtener un efecto
directo. El más utilizado es sin duda el de enamoramiento, aunque también se pueden utilizar para
otro tipo de resultado diferente. Por ejemplo, para olvidar a una persona que interfiere en los
pensamientos de la que se bebe la pócima, repercutiendo negativamente en su vida laboral. También
para amarrar a alguien; es decir, para conseguir que sienta deseos constantemente de permanecer al
lado de la persona que se bebe la poción. No menos comunes son las pócimas de amor relacionadas con
la sexualidad, que potencian los deseos, placeres o pasiones; todo en dirección a mantener una vida
sexual plena y saludable.
Calderos con agua hirviendo a fuego lento siendo removida por un hechicero. Esa
es la acepción que se tiene a día de hoy sobre la preparación de este tipo de
pócimas,
debido al cine y a la literatura fantástica especialmente. En realidad la preparación se puede
realizar en distintos recipientes y a su vez entraña ciertas dificultades, mayores conforme más
potente sea el resultado deseado. Por ejemplo; para preparar una poción de enamoramiento es
necesario reunir los elementos o ingredientes que conformarán la pócima pero siempre aplicarlos en
su justa medida. El exceso de alguno de los mismos puede eclipsar el efecto general de la
poción.
En la antigüedad la cultura griega dividía a las personas de acuerdo a los
cuatro elementos: aire, fuego, tierra y agua. Los ingredientes generales para preparar
pócimas de amor
también se agrupan en dichas categorías según ciertas fuentes. De esta forma, los elementos de aire
son las naranjas, los limones, el vodka, el jengibre y los clavos. Los de fuego son las flores de
jazmín, el aceite obtenido de la flor de cananga, el whiskey, el ginseng y el pimentón dulce. Los
elementos de agua son las rosas, el aceite esencial de geranio, la ginebra, el perejil y la canela.
Finalmente en los elementos de tierra se encuentran la lavanda, el aceite de pachuli, el brandy, el
ajo y la nuez moscada. Se dice que cada elemento potencia algo diferente: el fuego, la pasión y
sexualidad. El agua, la comunicación. El aire, la creatividad; y la tierra, la fidelidad.
En muchas ocasiones también es necesario reunir elementos más relacionados con
las personas en cuestión: desde pelos hasta objetos personales, que toman parte bien en la
elaboración de la poción o bien en el ritual previo a la consumición de esta. |