La fuente de la juventud consiste en una legendaria fuente que supuestamente cura y
rejuvenece a la persona que beba o se bañe en ella. Es por ello que ha sido siempre considerada
como un símbolo de la inmortalidad.
La primera vez que la fuente de la eterna juventud aparece en la literatura es
en el siglo IV a.C, en las Historias de Herodoto, donde presuntamente los etíopes gozan de
vidas largas y prósperas gracias al agua que baña una singular fuente. Siguiendo dentro de la
historia antigua la
fuente de la juventud
hace su segunda aparición en el Nuevo Testamento, concretamente en el Evangelio de Juan, escrito
durante el siglo I d.C. En él se narra cómo Jesús obra el milagro de sanar a un lisiado. En su
conversación se lee cómo el hombre le indica a Jesucristo que es incapaz de bañarse en las aguas de
la piscina que supuestamente le curarán. También aparece documentada en las versiones orientales de
la historia de Alejandro Magno, que recorría la Tierra de la Oscuridad en busca de la fuente de la
juventud junto a su sirviente, que tiene su origen en leyendas de Oriente Medio.
Se dice que al conquistar Puerto Rico, Ponce de León oyó por primera vez
la historia de la fuente de la juventud de la boca de los nativos de la isla. En 1513 organizó una
expedición para localizarla, descubriendo así el estado de Florida pero no la fuente. Su nombre
apareció posteriormente en la obra de Antonio de Herrera y Tordesillas llamada Historia general
de los hechos de los Castellanos en las islas y tierra firme del Mar Océano. Se cuenta que eran
los caciques americanos los que hacían visitas regulares a una fuente con magníficos resultados.
Los ancianos se volvían jóvenes capaces de realizar las tareas y ejercicios acordes a su edad,
incluyendo el casamiento con una nueva mujer y procreación de hijos. El autor indica que los
españoles colonos buscaron la fuente de la eterna juventud a lo largo de toda la costa de
Florida: cada río, estanque, laguna o arroyo fue examinado, no obteniendo sin embargo éxito
alguno.
En las leyendas también se encuentra presencia de dicha fuente. La más conocida
es la de la isla de Bimini. Cuenta la historia de los nativos americanos que Sequene, un jefe
arahuaco cubano, decidió un día ir con sus tropas en busca de la isla de Bimini, situada donde
actualmente yacen las Islas Bahamas. Los ex-súbditos de Sequene dijeron a los españoles colonos que
su jefe había ido a buscar la fuente de la restauración a dicha isla y que aún no había
vuelto, por lo que presuponían que la había encontrado y que vivía allí lujosamente.
Actualmente en la ciudad de San Agustín, perteneciente a Florida, se encuentra
el Parque Arqueológico Nacional de la Fuente de la Juventud. Se construyó a modo de tributo a la
historia de la ciudad, considerándose como el punto en que Ponce de León tomó tierra al
desembarcar. Allí yace una fuente, de la que todos los turistas no dudan en beber sus aguas. |